DÍA DE EXTREMADURA REIVINDICATIVO

Un año más llegamos al día de la región. Y a decir verdad, cada año que pasa veo una festividad más descafeinada, un día de descanso y fiesta sin más. Actos institucionales en Mérida para algunos, sobre todo los políticos e invitados, y actos religiosos en honor a la Virgen de Guadalupe en esa localidad para los creyentes.

Si hablo de festividad política descafeinada es porque el verdadero sentido reivindicativo del pueblo y de la sociedad extremeña en general, se ha perdido o se ha hecho lo posible, desde algunas instancias, para que se pierda. Lejos quedan las grandes manifestaciones humanas en Trujillo, que si algunas eran de elogio al poder político del momento, también las tendencias y posturas que perseguían la mejora de cualquier faceta de la sociedad encontraban en la concentración de Trujillo un escaparate para dar a conocer sus pretensiones y sugerencias.

¿No hay nada que reivindicar en Extremadura para Extremadura?, o ¿ese modelo de echarse a la calle ya no es válido?.

En aquellos años cualquier problemática que padeciera alguno de nuestros pueblos o comarcas pronto sus ciudadanos se organizaban para dar a conocer su situación a los extremeños el día de su tierra y conseguían difundir su problemática. También partidos políticos de izquierda con los temas de cierres de nucleares u otros y los partidos de corte extremeñista-regionalista incidían
en la consecución de lograr una autonomía de primera categoría para nuestra tierra. Quizás sean temas ya superados, pero seguro que hoy habrá otros temas y cada uno los tendrá en su mente, por los que se pueda luchar y qué mejor momento que el día de Extremadura, si fuese un verdadero día reivindicativo.

Ahora sí, quiero un día reivindicativo, un día de fiesta, un día de encuentro en el que los políticos se conformen con sus actos institucionales de Mérida y dejen el día reivindicativo al pueblo y sea el pueblo el verdadero protagonista. El lugar me da igual.