Ante la Casa del Marqués de Siete Iglesias (Casas de Millán)
Acompañado del amigo Bernardo ante la imagen de la Virgen de Tebas.La primavera y el buen tiempo anima a salir, conocer sendas nunca pisadas, paisajes verdes amenizados por los ruiseñores, pequeñas gargantas discurriendo arroyo abajo buscando el Tajo, antiguos molinos que nos recuerdan el esfuerzo y trabajo de antaño, en conclusión toda una experiencia que he vivido hoy con la compañía de un amigo, un maestro, una persona humana, cercana y amiga de sus amigos: Bernardo.
La ruta nos han llevado a conocer el trayecto que separa Casas de Millán hasta el cerro donde se cobija la Virgen de Tebas. Su ermita, fenomenalmente conservada, en un espacio que respira paz y sosiego. Siguendo el trayecto ideado, arroyo arriba hemos visto agua, molinos, sentido frescura y soledad pues poco transitado estaba el paraje, para al final acceder a la carretera que une Casas de Millán con Serradilla y llegar de nuevo a Casas de Millán, visitar su iglesia, que se encuentra en fase de restauración y aliviar nuestra sed en la fuente de la Plaza del Palacio donde se encuentra la casa del Marqués de Siete Iglesias.
De interés también es que gracias a la compañía de un romero en el primer tramo, he conocido de mano del amigo Bernardo el apellido Breganciano, apellido que posee el compañero romero, uno de los apellidos más antiguos de la zona que al parecer tiene su origen en Braganza, ciudad Lusitana. Para que digan que no hay cosas que aprender. Todos los días se aprende algo. Para mí así ha sido.
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