Pasa el tiempo, la memoria es olvidadiza, no recordamos lo vivido, lo pasado, las intenciones que teníamos se han esfumado , volvemos a ser lo que éramos, la vorágine nos hace olvidar. De un examen de conciencia profundo, lleno de buenas intenciones, hemos vuelto a caer como siempre, será que esa es la condición humana.
Vivimos momentos que nos superaban, nos vimos envueltos en una nebulosa desconocida, nos vimos confinados tirando por la borda nuestra libertad individual y dijimos "tenemos que aprender y de esta saldremos mejores".
Pero esas buenas intenciones se disiparon y nos vemos en el punto de partida, aunque ahora esté enmascarado con otra fórmula. Erramos y volvemos a errar, tropezamos y la piedra la volvemos a encontrar como si con nosotros no fuera la historia.
Esto no es cosa de unos, es cosa de todos, de las autoridades políticas dejándose orientar por los técnicos en la materia, de los sanitarios que nos atenderán en ese excelente sistema de salud que nos hemos dado y de nosotros, los ciudadanos, que a estas alturas de la película, si no cumplimos con las normas deberíamos hacernoslo ver, por los demás y por nosotros mismos.
Se puede seguir viviendo, podemos continuar con nuestras vidas, pero con razón, con reflexión y responsabilidad, para seguir demostrando que somos el único animal capacitado de raciocinio.
Y como el contenido de este post se parece algo a un sermón, termino diciendo "que así sea".
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