lunes, 5 de diciembre de 2016

Sentir y vivir Extremadura

Don Jesús Sánchez Adalid, en su discurso en el teatro romano de Emérita Augusta el 7 de septiembre de 2009, con motivo de su merecida Medalla de Extremadura, decía en un pasaje de su alocución que "Extremadura es un lujo natural y humano".
Sirva esta aseveración como tema de esta entrada, después de notar en mis carnes, en dos puntos distantes de nuestra geografía extremeña, la realidad a la que hacía referencia Adalid.
En solo siete días de diferencia he sentido lo expresado por nuestro insigne escritor. He gozado del campo verde regado por regatos entre el Alagón y el río Erjas, he visto desbordado este último en el paso fronterizo con nuestra vecina Portugal, he disfrutado de las calles zarceñas apreciando la caída de las canales, he observado como poco a poco nuestra Laguna Nueva se llena, he visto las gargantas del Valle llenar el Jerte para terminar ese agua en el Alagón, he observado la incipiente hierba con las hojas provenientes de cerezos, higueras... generando un manto lleno de colorido y tonalidades otoñales...y todo esto lo he visto en Extremadura, en nuestra tierra.
Si además, a esta grandeza paisajística le unimos la riqueza gastrónomica de nuestros pueblos, bien vale la pena quedarse por estas tierras, disfrutar de ellas a través de rutas senderistas, alojamientos rurales o cualquier otra forma de turismo. Esta tierra tiene mucho que enseñar, mucho que conocer y mucho que  disfrutar.
El sábado por la noche en un programa de televisión, el Sr. Revilla invitaba a visitar Cantabria. No podía ser de otro modo. Yo no tengo la repercusión mediática del presidente  cántabro, pero desde este "púlpito" animo a conocer Extremadura, sus gentes, sus paisajes y su gastronomía que es "para chuparse los dedos".

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