miércoles, 24 de junio de 2009

El cambio

No hay lugar a dudas de que el paso del tiempo modifica formas, pensamientos, conductas y perspectivas ante la vida. Cuando el paso del tiempo se ha producido en la vidas de las personas con las consiguientes mutaciones, unas favorables y otras no tanto, siempre queda el recurso de decir "yo me siento joven".
La realidad nos dice que la cama nos gustaba de jóvenes, madrugones los menos posibles y ahora nos duele el cuerpo al permanecer en la cama más allá de las nueve de la mañana.
El pelo largo era una tendencia en cualquier joven, hoy nos molesta encima de las orejas.
Deseabas que llegaran los fines de semana y ahora dices "lo que corre el tiempo".
Contabas los días para que llegara la feria y hoy dices "otra vez la feria".
No tenías impedimentos a emprender una relación amorosa con cualquier chiquilla, hoy ni se te ocurra, ya sabes las consecuencias.
Si te fugabas de clase para tí era algo normal, ahora no lo consientes.
Cuando salías no querías que nadie se enterara de dónde ibas, hoy quieres saber dónde están tus hijos.
¿Vamos a tal o cual sitio?, sí, sin problemas. Hoy :"tengo que pensarlo.....".
Tus ideas llegaban a ser excesivamente progresistas, hoy las pones en tela de juicio porque te encuentras en otro ámbito.
Te enfadabas cuando en casa te reñían, hoy te enfadas porque tus hijos hacen lo mismo que tú hacías.
No admitías consejos y hoy tú te has hecho un gran aconsejador.
No veías peligro alguno, hoy eres un gran protector.
Bebías por beber, cuánto más mejor y más macho eras, hoy bebes por placer, por compartir una buena compañía, conversación u amistad.
Pero así es, el paso del tiempo nos hace cambiar.
Ahora entiendo lo que me decían, y también ahora digo lo que me decían. Hasta en eso cambiamos. Los papeles se invierten.

1 comentario:

xhandra dijo...

Es lo que tiene crecer... aunque yo aún disfruto levantándome tarde, jeje...

Felices vacaciones!