jueves, 5 de marzo de 2009

Tu tierra desde la lejanía

Quizás nos sentimos más de dónde somos cuanto más lejos estamos. Cuando viajábamos por las carreteras de España muchas veces íbamos pendientes de que apareciera la CC de Cáceres o la BA de Badajoz en los coches que veíamos. Si los llegábamos a ver, el corazón se resentía de alegría, aunque quizás el coche no era de un cacereño o un pacense y sí de alguién que lo había comprado con esa matrícula, pero era de otro lugar. El día a día en un lugar, quizás no nos permita valorar nuestras raíces, pues estamos apegados a ellas y la melancolía por la distancia no aparece puesto que estás en tu tierra, en tus raíces. Pero cuando estas lejos, amigo, eso es otra cosa.
Hace unos días me encantó un encuentro: en la céntrica Plaza de la Concepción de Cáceres un joven se acercó a dos conductores de autobuses y les dijo: "¿son ustedes los conductores de un autocar que está aparcado en la Plaza Obispo Galarza y con matrícula de Almería?". Los conductores, en principio perplejos, dijeron "sí" con una sensación de duda por no saber a que cuento venía tal pregunta. Al joven le apareció un sonrisa que cubrió toda su cara y les contesto: "es que yo soy de Almería", y a partir de este momento la cara de duda de los conductores se convirtió en una gran satisfacción por ver en Cáceres a alguién de Almería. Lo que hablaran después no lo se, me fuí alejando pero estoy seguro que para los conductores y para el joven fue el momento más importante de ese día, uno y otros se encontraron con su tierra en la lejanía.

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