jueves, 3 de diciembre de 2009

¿Ampliar la edad laboral?


Hoy en el programa los "Desayunos de TVE", la ministra de economía, Elena Salgado, ha venido a decir que "puesto que la esperanza de vida viene aumentando sería conveniente pensar en la ampliación de la edad laboral", aunque no literal, el sentido de lo expresado por la ministra era esto.
Al oirlo, lo primero que he pensado ha sido "ya me ha ofrecido un tema para expresarme y opinar en mi blog" y tras ello y un poquito de reflexión me he posicionado y he dicho "rotundamente, no".
En los ámbitos económicos se viene hablando de una reforma laboral, esto no es nuevo, y me parece que hay que adaptar las condiciones laborales a las situaciones del momento, debe haber una flexibilidad laboral, debe tenerse en cuenta la conciliación de la vida laboral y familiar que mucho hablaron de ella pero en la realidad nada de nada, etc.
¿Será otro globo sonda del gobierno?. Ministra, ya está bien. Debería alegrarse que uno llegara a la jubilación en buenas facultades, pues no, a seguir trabajando. Esa es la propuesta ministerial.
Y ahora voy a explicar mi posición ante ese rotundo "no", en cuanto a la ampliación generalizada de la vida laboral.
Primero: no todos los trabajos y profesiones requieren la misma entereza física o predisposición intelectual.
Segundo: no se puede generalizar y menos obligar a ampliar esa vida laboral con la merma de ingresos para aquellos que no estén dispuestos a "aguantar más", pues señora ministra, en muchos trabajos hay que aguantar mucho y en muchos casos ni el cuerpo ni la edad lo permiten.
Tercero: haganlo libre sin merma de derechos, seguro que pocos lo secundan.
Lo explicado anteriormente me lleva a ejemplarizarlo en la vida laboral de tres personas. Esas vidas son distintas y fruto de ello la ampliación de la vida laboral en algún caso no está recomendada y en otro quizá, si el afectado lo desea, no estaría mal.
Mis ejemplos son un obrero, un maestro y un investigador.
El obrero que yo sepa, no está en un despachito, si llueve se moja, si hace calor se pone más moreno que un chito, el trabajo físico que desarrolla, no me lo nieguen, después de una edad le cuesta trabajo realizarlo, así que lo mejor es que se jubile a una edad lógica, le quede un sueldo digno para afrontar su jubilación y se dedique a disfutar y olvidarse de las caladas, del frío, del calor y de tantas y tantas horas a la intemperie. Se lo tiene merecido.
El maestro no se moja, no pasa frio, no le da el sol, no está en un despachito pero tiene en sus manos lo mas preciado que nos da la vida a los padres, los hijos. A él le encomendamos a nuestros retoños y durante años se entregan pero llega un momento en que el aguante comienza a desaparecer pues para "hacer vida" de quince, veinte o veinticinco alumnos debes sentirte con fuerzas y ganas y esas fuerzas cuando llegas a sesenta o sesenta y cinco años las pierdes. Con treinta o más años de ejercicio dedicados a la docencia directa, creo que ya está bien.
El investigador, generalmente no pasa frío, no se moja, no le da el sol, tiene cierto prestigio, son super necesarios sus conocimientos pues su madurez investigadora puede ser el germen de futuros hallazgos en beneficio de la humanidad y muchos, a la edad actual de jubilación, se encuentran en una excelente plenitud intelectual.
Que nadie me entienda mal, no solo el investigador puede descubrir o conseguir beneficios para la humanidad, el obrero y el maestro sin lugar a dudas también pero el legado del investigador solo él lo puede transmitir a otros incipientes investigadores.
A pesar de ello me parece que imposiciones a una determinada edad sobran, que sean los trabajadores los que decidan sí seguir o no. los que decidan jubilarse que lo hagan en buenas condiciones y a los que decidan ampliar su vida laboral, se les premie.
Despues de treinta y tantos años trabajando ya es momento de olvidarse del despertador todas las mañanas, ya es momento de no mirar el reloj y tener que pedir permiso laboral por uno u otro motivo.
Que el gobierno se ponga las pilas y piense en otras medidas, que tenga en cuenta que los años que les queda a las personas después de la vida laboral son para disfrutarlos y disfrutarlos con calidad de vida y que piensen que ellos legislan, pero todos los que legislan aguantan poco, se mojan poquísimo, y quieren parecer salvadores del sistema y no les importa "seguir tabajando" porque saben que llegan a la hora que quieren, el café es interminable y tantas y tantas cosas que es mejor no recordar.
¿No defienden el estado de bienestar?, pues que lo hagan no solo de palabra, también con hechos.

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