Hay gente que a cualquier momento le saca partido; otros ese mismo tiempo lo pierden.
Hoy hemos hablado de esto, de la cantidad de tiempos muertos que no solemos aprovechar, de minutejos sueltos que sumados dan un tiempo que puede resultar de oro.
El día que sepamos aprovechar bien el tiempo, el día que seamos capaces de hacer ver a alumnos, hijos etc, la importancia del tiempo y comprendamos el dicho "el tiempo es oro", quizás nos "cante otro gallo", y quizá nunca nos "coja el toro" y además así conseguiremos cumplir con el dicho "oficio hecho no mete prisa".
Estas aptitudes la valoraba positivamente hace ya más de una década en una compañera, de cada minuto libre hacía una obra nueva y ello siempre me llamó la atención pues a decir verdad yo era, hace años de los que lo dejaba todo para el final.
Esa compañera fue una gran maestra para mi y con su ejemplo comencé a entender y valorar el contenido del segundo párrafo de este post. Recordar su aptitud es todavía una inyección de vitalidad y esfuerzo ante tanta y tanta pérdida del tiempo.
Perdemos mucho tiempo en hablar, en dar vueltas a lo mismo, en "marear la perdiz" y con ello nos alejamos del sentido pragmático, que a mi entender, debemos dar a lo que realicemos.
"No por mucho hablar, se nos entiende mejor", y "sí por mucho realizar la satisfacción es mayor".
Ahí queda esto, para la reflexión.
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