1969: unos padres recriminan a su hijo por las notas. 2009: unos padres recriminan a la profesora por las notas de su hijo, y el niño se ríe.
¡Así nos va!. Quitando autoridad al profesorado, dando la razón a nuestros hijos, poniendo en tela de juicia la labor docente.
O cambian las cosas, o mal nos va. Cada vez se necesita un verdadero pacto por la educación en el que el profesorado vuelva a tener la autoridad.
Parece que el ministro Gabilondo está por la labor, ¿lo conseguirá?. Ojalá sea así. Ese pacto por la educación podría ser una gran ayuda a la hora de resolver el alto fracaso escolar existente, teniendo como base prioritaria del acto educativo al esfuerzo. Solo desde el esfuerzo, el trabajo y el estudio podemos formar a los niños y jóvenes actuales para que de verdad, sean en el futuro una generación preparada, emprendedora y comprometida con la realidad.
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